Cuando nos realizamos un análisis médico, bien sea de orina o de sangre, podemos notar la presencia de un indicador conocido como creatinina, el cual corresponde a un producto de la degradación de la creatina, que forma parte importante de los músculos. Debido a que la eliminación de este desecho se lleva a cabo a través de los riñones, el análisis de sus valores puede indicar el buen o mal funcionamiento de los mismos, pudiendo calcularse por vía urinaria o sanguínea.
Como todos los indicadores que miden nuestra salud, es fundamental mantener unos valores óptimos de creatinina en la sangre y en la orina, cuidando que éstos no sean demasiado altos o bajos, y evitando así posibles complicaciones.
¿Cuáles son los valores correctos de creatinina en el cuerpo?
Se considera que los valores de creatinina en nuestro cuerpo deben ubicarse entre 0,75 y 1,3 mg/dl en el caso de los hombres, y entre 0,6 y 1,1 mg/dl en el caso de las mujeres, para ser considerados niveles realmente óptimos.
Sin embargo, debemos saber que dichos valores pueden llegar a variar dependiendo de la edad y el sexo del paciente, pues, por lo general, las mujeres suelen tener valores de creatinina mucho más bajos en comparación con los hombres, especialmente a causa del volumen inferior de masa muscular que acostumbran presentar.
¿Qué significan los valores anormales de creatinina?
Si tus niveles de creatinina en la sangre se sitúan por debajo del mínimo recomendado, puede ser motivo de algún problema de tipo muscular, como la pérdida de masa, o de algún inconveniente a nivel nervioso, mientras que si presentas valores por encima del rango normal, puede tratarse de algún cuadro de deshidratación, problemas asociados al embarazo, también en los casos de embarazo precoz, obstrucción de las vías urinarias o alguna infección o daño en los riñones.
Ahora, si se trata de valores anormales de creatinina en la orina, éstos pueden deberse a una alimentación muy alta en proteínas, especialmente en carnes, así como a infecciones renales, deficiencia en el flujo sanguíneo de los riñones y pérdida de masa muscular.